Era un día de sol. Lucas tenía la tarde libre y muchas ganas de jugar a la pelota. Luego llamó a su amigo Carlos para jugar y cuando Carlos atendió el teléfono dijo:-Hola, ¿quién habla?
-Hola, Carlos...
-¿Quién habla? Con un poco de miedo
-¡Habla Lucas tu mejor amigo!.
-A... hola ¿cómo estas?
-Muy bien, te llamaba para venir a mi casa a jugar. ¿Podés?
-Le pregunto a mi mamá, esperá un segundo.
-Bueno andá a preguntarle que yo me quedo acá, apurate.
-Si voy ¿qué llevo?
-Nada tengo lo necesario.
Cuando Carlos llegó tomaron la leche y fueron a jugar.
La mamá de Lucas les preguntó si querían ir a la plaza a jugar. Ellos dijeron que si.
Cuando llegaron a la plaza comenzaron a jugar con la bici y la pelota.
Luego Lucas quiso explorar una casa abandonada:
-¡Vamos a explorar!
-¡Dale vamos!
Cuando entraron a la casa y exploraron el comedor, tenían mucho miedo porque había un montón de arañas, telarañas y cucarachas.
A Lucas le dan miedo las arañas y salió corriendo a la plaza con el grupo.
Finalmente, los dos amigos se despidieron del grupo y volvieron a su casa, luego de prometerse que guardarían el secreto para siempre.
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