Belgrano viajó muy lejos para estudiar. Pudo hacerlo porque era hijo de una familia pudiente de Buenos Aires. No todos podían estudiar, y mucho menos viajar para hacerlo.
En Europa, del otro lado del mar, aprendió muchas cosas, leyó libros y conoció ideas que luego quiso enseñar acá, en América.
Creía que el conocimiento, saber cosas, iba a ayudar para ser mejores personas, crecer y vivir bien.
En 1814 viajó a Europa con Bernardino Rivadavia para negociar la independencia del Río de La Plata, lamentablemente la misión fracasó, tal es así que Fernando VII envió un gran ejército español hacia América a comienzos de 1815.
La propuesta de hoy es atravesar esta aventura jugando y creando un barco para Belgrano.
Los transportes marítimos de 1800 eran bastante diferentes de los de hoy. Para cruzar los océanos en aquella época, la gente usaba barcos de vela, que tenían tres mástiles y muchas velas. Estos barcos iban más despacio que los barcos modernos, pero los marineros utilizaban el viento para cruzar grandes distancias.
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